sábado, 24 de enero de 2015

China: Descubren tumba milenaria rodeada de 28 carros y 98 caballos.

Arqueólogos han desenterrado un elaborado conjunto de tumbas flanqueadas por 28 carros y 98 caballos en la provincia de Hubei, China. El asombroso hallazgo nos lleva 2.800 años en el tiempo, cuando los nobles demostraban su poderío y fuerza a través de la posesión y exhibición de sus lujosos carruajes. Los antiguos aristócratas chinos, al igual que los galos, enterraron sus carros junto a sus caballos como muestra de su prestigio social. El poderío se medía por el número de carros que uno poseía. Utilizando un vocabulario moderno, los carros representaban una especie de producto de alta tecnología. Sólo podían permitirse tener carros aquellos que poseían un rango elevado, afirma Liu Xu, profesor de la Escuela de Arqueología y Museología de la Universidad de Pekín.


De acuerdo a un reporte publicado en Haaretz, los investigadores excavaron 30 tumbas de élite de varios tamaños en la ciudad de Zaoyang. Las mismas se remontan a un período conocido como el verano y el otoño de la historia China (770-476 a.C.), durante la dinastía Zhou del Este, caracterizada por la creación de opulentos estados y el nacimiento de la acaudalada clase mercante. Luego de toparse con las tumbas, los investigadores dieron con algo totalmente inesperado —un enorme foso de 33 metros de largo y 4 de ancho que contenía más de dos docenas de carros bien preservados. Muchas de las ruedas y otras partes de los antiguos vehículos se hallaban colocados prolijamente y en orden dentro del foso. A cinco metros de los carros, hallaron otro foso masivo donde estaban enterrados en línea 49 pares de caballos. Los arqueólogos desenterraron numerosas partes de carruajes muy bien preservados.


«A juzgar por la manera en que estaban enterrados los caballos, terminaron allí luego de ser sacrificados, ya que no hay señales de resistencia», dijo el investigador Huang Wenxin del Instituto Arqueológico de la provincia. «Además yacían espalda con espalda, acostados de lado; esto indica que había dos caballos por carruaje». «En esa época la fuerza era medida por el número de carruajes; en otras palabras, los carruajes representaban un producto de ‘alta gama’ que solo la gente de las clases sociales altas podía costear», explica Liu Xu, profesor de la Escuela de Arqueología y Museología de la Universidad de Beijing. Este último hallazgo es una reminiscencia del descubrimiento en los 1960s de la tumba del duque Jing de Qi, en la provincia de Shandong, China. La tumba de este duque, que data aproximadamente de la misma época, también se encontró rodeada por fosos con caballos sacrificados para acompañar a su dueño al más allá para que su fortaleza y poder trascendieran la muerte. En este caso, los arqueólogos encontraron 251 caballos, junto con 30 perros, 2 cerdos, y otros 6 animales domesticados. Estas sepulturas forman parte de un grupo de al menos treinta tumbas, de diferentes dimensiones, que han sido datadas en el período de las Primaveras y Otoños (770-476 a.C.), una época de revueltas y luchas internas por el poder que sin embargo propició el progreso de la nobleza y el avance tecnológico.


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